Ya vimos en su día que las heridas, daños y desórdenes se gestan en las relaciones (pasadas y presentes) y como consecuencia de éstas. En esta semana hemos tratado de ver nuestras esferas de relaciones como creyentes: MUNDO, IGLESIA Y DIOS ya que en ellas son las áreas en las que nos desarrollamos.
Son los entornos en los que convivimos en nuestro día a día. En estos círculos de relaciones es donde, por definición, se gestarán potencialmente heridas y desórdenes e incluso a ellos traeremos nuestras conductas no convenientes, desobediencias, etc., lo cual traerá más desórdenes y actitudes desaconsejables en las relaciones, volviendo a herir a otros.